Los volcanes pueden ser peligrosos si entran en erupción. Puede arrojar gases, rocas, ceniza y lava.
Algunos, pueden lanzar piedras y golpear a la gente, dañar los techos de las casas bloquear caminos y daños en la agricultura.
En otras, se pueden producir lluvias de ceniza, a veces acompañadas de gases tóxicos que producen quemaduras en la piel, impiden la respiración e irritan los ojos.
También pueden bajar flujos de lava, normalmente a poca velocidad, que destruyen todo a su paso. Por los cauces de los ríos situados en las faldas del volcán, puede bajar lodo, piedras, árboles y destruir puentes, viviendas u otros.
- Si observa algún cambio en el volcán, como nuevas fumarolas, fuentes termales, pozos secos, cenizas o deslizamientos, comuníquelo a las autoridades.
- No se deje llevar por falsos rumores de personas no autorizadas.
- Evite respirar gases nocivos o polvo fino, utilizando tela humedecida con agua o sobre la boca y la nariz o mascarilla.
- Protéjase la cabeza y hombros con un sombrero y capa gruesa.
- Tenga a mano una linterna con baterías extra! un radio portátil! un pequeño botiquín! agua potable y documentos personales (cédula de identidad, entre otros.)
- Lave bien los vegetales que vaya a consumir.
- Manténgase enterado de la actividad del volcán por medio de los informes de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias. Difundidos a través de los medios de comunicación (radio, T.V. y otros).
- No use el teléfono, sólo en caso muy urgente.
Fuente: Comisión Nacional de Prevención de Riesgo y Atención de Emergencias
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